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La imagen 'calmando la sed' conquista la VIII edición del concurso PhotoAquae

Con motivo del Día Mundial del Agua se han dado a conocer las fotografías ganadoras de este premio para concienciar sobre la importancia vital del agua

Hidralia, empresa medioambiental andaluza dedicada la gestión integral del agua, y su Fundación AQUAE vuelven a celebrar el Día Mundial del Agua anunciando la imagen ganadora y las dos finalistas de la VIII edición de los Premios PhotoAquae, el concurso de fotografía instituido en 2015 para crear conciencia social sobre la importancia vital del agua.

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Este año, haciendo un guiño a la sequía y a la precaria situación de muchos acuíferos, ha resultado ganadora la fotografía ‘Calmando la sed’, de Antonio Romero Nieto, pensionista gaditano y fotógrafo aficionado. Como explica el autor, “la imagen esta tomada en la campiña jerezana, un día de vendimia con una temperatura de 38 grados”, y refleja ese momento de placer indescriptible que es sentir el agua fresca en la garganta tras una intensa jornada de trabajo en el campo andaluz, a pleno sol. “Sin agua no hay vida”, sentencia el ganador de PhotoAquae 2022, que se siente muy satisfecho por este “inesperado galardón”.

Las argumentaciones del jurado, unánime en cuanto al peso de realidad de la fotografía ganadora, destacan, en palabras de los reputados fotógrafos Alfredo Cáliz y Sofía Moro, “la solidez del hilo de agua, que construye toda una historia, con el elemento de abstracción que aporta el blanco y negro, que enfatiza el momento, pero sin artificio. El autor está mirando lo que pasa y lo fotografía”.

En segundo lugar, ha quedado ‘Mar de Ross III’, de Luis Davilla, “una foto de naturaleza con mayúsculas, con mucho mar y mucha agua, en la que queda patente la belleza y grandiosidad del ecosistema, y su vulnerabilidad, a vista de pájaro”, señala la bióloga y miembro del jurado, Mónica Fernández Aceytuno.

‘Ducha nocturna’, tercera clasificada, es, según el jurado, todo lo contrario a la imagen ganadora; la naturalidad deja paso al artificio, a la creación. “No se ha visto la escena y se ha hecho la foto, se ha montado. Sigue la tradición de las fotografías de montañeros clásicas, pero aromatizada y técnicamente muy bien resuelta, con una exposición muy larga que da movimiento a las estrellas”.